Descripción
La Vuelta al Moncayo-Calcenada GR 260 es un itinerario de 104 km que permite dar la vuelta al macizo del Moncayo, aprovechando viejos caminos vecinales, antiguas vías pecuarias, pistas forestales y pequeños tramos de carreteras locales que circundan las faldas del Moncayo, entre las provincias de Soria y Zaragoza. Además, cada verano, se convierte en una importante cita deportiva.
A su paso por la comarca de Tarazona y el Moncayo, se pueden establecer dos etapas para facilitar su recorrido.
La segunda etapa del GR 260 comienza junto al panel situado en la plaza de Litago, desde donde el sendero abandona la localidad por un agradable paseo acompañado de chopos cabeceros y una acequia, a la izquierda, y la omnipresente silueta de la sierra del Moncayo al frente.
En un primer momento se avanza por asfalto, pero enseguida la ruta sigue por el camino de tierra de la Mata o Carralamata, entre los chopos cabeceros y un muro de piedra a la derecha. A partir de este punto se deja un camino a la izquierda y una pista a la derecha y se continúa de frente, con el barranco de los Huertos a la izquierda.
El GR 260 se separa unos metros del barranco y poco después llega a un cruce. El camino de la derecha se dirige a las parideras de las Nogueras y el que toma la Calcenada prosigue de frente. Enseguida cruza el barranco de los Huertos, zona destacada por el dominio de rebollar y pinar de repoblación, y donde también se aprecia la silueta de una impresionante carrasca.
Poco después, al llegar a un alto, se aprecia la población de Trasmoz, con la potente figura de su medieval y brujeril castillo. De esta forma, dejando a la izquierda un moderno canal de riego que luego se cruza, se sigue a la derecha y se asciende hasta un mirador, situado junto a la carretera local Z-F-0251, que comunica el monasterio cisterciense de Veruela y Agramonte.
Una vez en este lugar, la Calcenada prosigue a la derecha por la carretera, en dirección a Agramonte, con vistas al valle y circo de Morca y al prominente, en primer plano, cabezo de la Mata. Rápidamente se deja a la derecha la carretera y se continúa por una pista asfaltada a la izquierda. Tras un suave descenso entre robles rebollos y pinos, se cruza el barranco de Morca y se accede a la central eléctrica de Morca, ya en el término de Añón de Moncayo.
El GR 260 continúa en dirección este, siguiendo la pista asfaltada que desciende por el valle de Morca, cubierto por un bosque de rebollos salpicado por algunos acebos. Luego la ruta discurre paralela a la acequia de Valdemanzano –que toma sus aguas en el barranco de Morca–, con buenas panorámicas hacia las peñas de Herrera y La Tonda. Un tramo más adelante se obvia una pista a la derecha que lleva a la paridera del Rebollar y se sigue de frente, bordeando la dehesa del Raso.
Manteniendo esa misma dirección se pasa luego junto a las dos balsas de Valdemanzano, una a la derecha con su presa, y otra a la izquierda, en construcción. Tras dejar otro cruce a la derecha y cruzar un vado, se llega enseguida al importante desvío que hay que tomar hacia el barranco de Morana (a la derecha).
La bajada se lleva a cabo por una pista, también asfaltada en sus primeros metros. Una vez se supera una primera gran curva en un barranco, se transforma en firme de tierra. El descenso continúa y, tras otra fuerte revuelta, se abandona la pista a la derecha y se toma la que desciende a la izquierda. Con el predominio de la roca caliza, el paisaje muestra ahora una apariencia más árida y reseca.
Sin embargo, al finalizar el descenso se accede al área recreativa de Las Cuevas, en un atractivo y sombreado paraje de la ribera del barranco de Morana. Este lugar reúne un conjunto de mesas de pic-nic, un edificio para realizar barbacoas y un bar-merendero donde tomar un agradecido refrigerio durante el verano o los días festivos.
Justo encima del merendero, bajo un escarpe calizo, se encuentran las cuevas de Añón, de cuyo fondo mana un caudaloso manantial cárstico. La suma de esta surgencia y la del barranco de Morana conforma, aguas abajo, la Huecha, el río más importante de la comarca Campo de Borja.
A partir de las cuevas el recorrido avanza unos metros hacia el E, por la ribera, enlazando con la pista que desciende desde Añón de Moncayo. En este punto se ubica el panel informativo del GR 260, junto al puente medieval que cruza el río Huecha. La localidad de Añón de Moncayo se encuentra a escasos 500 m de este enclave.
Tras cruzar el puente de piedra, la Calcenada gira a la derecha, donde una señal indica a Alcalá de Moncayo 3,4 km –la pista de la izquierda permite acercarse a contemplar los restos de un templo románico de la orden de San Juan, ubicado en plena vega–. Inmediatamente surge una nueva bifurcación y se sigue a la izquierda, hacia el S. Enseguida, junto a una casa, se pasa al lado de las escorias de la antigua ferrería de Añón, que quedan a la derecha, y en el cruce o conexión con el PR-Z 3 (sendero de Morana y del barranco de Horcajuelo) se gira hacia el E (izquierda).
El GR 260, que realiza tramo común con el PR-Z 3 en dirección a Alcalá de Moncayo, alcanza rápidamente la tejería de Añón. Frente al horno donde se cocían las tejas se levanta el refugio de “El Tejar”.
El camino avanza con dirección E-NE hacia Alcalá de Moncayo, entre la ladera del monte cubierta de jóvenes carrascas y el límite de la vega del río Huecha. A los pocos metros se alcanzan los restos de una carbonera, a la derecha del camino.
Poco después el GR 260 se cruza con la traza del GR 90, que viene de Añón de Moncayo y se dirige a Talamantes. Añón queda al N (a la izquierda del camino), emplazado sobre el cantil calizo y mostrando una poderosa silueta.
Sin tomar el GR 90 el sendero prosigue por la pista con esta misma dirección, y dejando a la derecha otro vial, se sigue de frente bajo la ubicación de la urbanización Cumbres del Moncayo. De esta forma se alcanza la pista, asfaltada en algunos tramos, que une Alcalá de Moncayo y Talamantes. Allí, en el lado izquierdo de la citada pista –en el límite municipal de Añón y Alcalá de Moncayo– se ubica el panel informativo del sendero GR 260, desde donde se obtiene una buena panorámica del valle de la Huecha y de las peñas de Herrera. Junto al panel informativo, a la salida de Alcalá de Moncayo, se sigue hacia el SE (de frente). Primero por asfalto y poco después por tierra, se bordea la urbanización Cumbres del Moncayo. Enseguida, tras vadear la cañada de la Mata, la pista recupera el asfalto. Las carrascas de sus laderas dan paso a una planicie cultivada que tiene como telón de fondo a las peñas de Herrera y al macizo del Moncayo.
A los pocos metros se alcanza un cruce donde el GR 260 se une de nuevo con el GR 90. Ambos senderos señalizados caminan juntos hacia la izquierda y avanzan entre cultivos de cereal. Más adelante también quedan a la izquierda unas granjas de ganado porcino, justo antes de bajar hacia el barranco de los Moros, larga cañada que desciende desde el collado de la Estaca, en las inmediaciones de las omnipresentes peñas o castillos de Herrera.
Tras cruzar su cauce, normalmente seco, el camino se interna en el municipio de Talamantes y comienza un duro ascenso, por pista de asfalto, hacia el collado de Añón, en un entorno intensamente deforestado, en el que resisten a duras penas romeros, tomillos, aliagas y algunos ejemplares de carrasca.
Desde el collado de Añón comienza el descenso hacia Talamantes por el camino del mismo nombre. En su inicio arranca a la derecha una pista cerrada al tráfico con una cadena y a su izquierda se levanta el cabezo de la Silla. La entrada a Talamantes se produce por la partida de La Ambrihuela por debajo del castillo. Así se alcanza el panel informativo del GR 260.