Descripción
El entorno del embalse de Santa Ana es un excelente mirador sobre las tierras de La Diezma, Grisel, Santa Cruz, Torrellas y Los Fayos.
La construcción surge ante la necesidad de captar y regular el agua destinada al riego de la huerta de Tarazona, pero actualmente Santa Ana se ha convertido en un ejemplo de compatibilidad de usos en el medio natural y de la integración de infraestructuras en el entorno.
En el embalse existe un coto deportivo de pesca, donde el Gobierno de Aragón, periódicamente, lleva a cabo sueltas de diversas especies, tanto de ciprínidos como de salmónidos.
Además de la práctica de la pesca, Santa Ana es un lugar privilegiado para el descanso, para realizar agradables paseos a la vera del agua o para la observación de aves, sobre todo en el periodo migratorio, ya que el embalse cuenta con dos islotes que sirven de cobijo, lugar de reposo y anidamiento para múltiples especies de aves.