Descripción
El recorrido parte del monasterio de Veruela, fundado en 1145. Con la desamortización de 1835 se produjo una crisis que provocó la compra, por parte del Estado y particulares, de las diferentes dependencias del edificio. Fue durante esa época cuando el poeta Gustavo Adolfo Bécquer escribió en este lugar 'Cartas desde mi Celda'.
Nada más iniciar el itinerario, frente a la entrada del monasterio, al otro lado de la carretera, encontramos la cruz de término o Cruz Negra, hecha con mármol de las canteras de Trasmoz, durante el abaciado de Don Carlos Cerdán Gurrea en los años 1561-1586. Parece ser que allí se sentaba Gustavo Adolfo Bécquer a esperar el periódico.
Siguiendo la carretera Z-373 encontramos una rotonda y, en medio, un monolito que nos recuerda el paso de Bécquer por estas tierras. En este punto debemos de tomar el desvío a Alcalá de Moncayo.
Las casas de este municipio, dispuestas sobre todo en la cara sur del altozano, se convierten en uno de los balcones a los que asomarse para disfrutar del perfil del Moncayo, como bien dibujó en su día Valeriano Bécquer, con las peñas de Herrera al fondo.
Entre estrechas y empinadas calles llegaremos a los restos de su antigua muralla, entre los que descubriremos uno de los torreones del desaparecido castillo, que conserva un ventanal geminado. Sobre el conjunto urbano, destaca también su parroquia dedicada a la Virgen de la Asunción, dibujada por Valeriano Bécquer, y el cementerio, donde tantas horas pasó Gustavo meditando sobre la vida y la muerte.
Tras la visita a esta bonita población regresamos al desvío y continuamos la Z-373 hasta Añón de Moncayo. Esta localidad, se menciona tanto en las ‘Serranillas’ del Marqués de Santillana, en las que canta a las mozas del lugar, como en las célebres, ‘Cartas desde mi Celda’, de Gustavo Adolfo Bécquer, que el poeta escribió durante su estancia en el monasterio de Veruela.
En las Cuevas de Añón, situadas junto al río Huecha, bajo el elevado casco urbano, la familia Bécquer pasaba largas horas comiendo, bebiendo y descansando.
Como podemos observar Gustavo Adolfo Bécquer y su hermano Valeriano usaron Veruela y el Moncayo como inspiración y tema de muchas de sus obras y artículos.