La ruta de los hermanos Bécquer conmemora su estancia y paseos por estas tierras del Moncayo. Esta ruta señalizada puede realizarse a pie, en bicicleta de montaña, a caballo, etc. El excursionista encontrará a lo largo del trazado varios paneles informativos –hasta ocho unidades–, que versan sobre los recuerdos, imágenes y textos de Gustavo Adolfo e imágenes de Valeriano, su hermano, alusivos a la zona (Cruz Negra de Veruela, “de cómo construir un castillo en una sola noche”, etc.).

El itinerario se inicia en el monasterio de Veruela, cuyos muros tuvieron el privilegio de alojar en sus estancias a los hermanos Bécquer en varias ocasiones, por lo que, hoy, un espacio expositivo recuerda el paso de estos personajes y la influencia de esta comarca en sus obras.
Frente a la entrada del monasterio, al otro lado de la carretera, se levanta la cruz de término o Cruz Negra, hecha con mármol de las canteras de Trasmoz, durante el abaciado de Don Carlos Cerdán Gurrea en los años 1561-1586. Parece ser que allí se sentaba Gustavo Adolfo Bécquer a esperar el periódico.
Desde este mismo punto se inicia el camino hacia el yacimiento de La Oruña, un extenso asentamiento celtibérico de la segunda Edad del Hierro, y que nos deja importantísimas señas de la economía de esta época, en cuanto a la extracción de hierro para la fabricación de armas u otras herramientas y la elaboración de cerámica. Los importantes descubrimientos revelados en las excavaciones de este poblado se reflejan en el Centro de Interpretación del Poblado Celtíbero ubicado en el propio municipio.
Desde La Oruña continuamos hasta Trasmoz por el mismo trazado que el sendero PR-Z 2. El camino es una sucesión de cruces de pistas agrícolas, pero se encuentra bien señalizado.
Acostado sobre el oriente de una suave elevación del terreno, encontramos el caserío de Trasmoz, al cobijo de uno de los castillos medievales mejor conservados de la comarca de Tarazona y el Moncayo, y que según cuenta Gustavo Adolfo Bécquer fue construido en una noche por un nigromante musulmán.
La vida de los vecinos de Trasmoz gira en torno a este castillo y a una gran cantidad de leyendas de brujas, magos, aquelarres y cuentos. El protagonismo de Trasmoz en el campo de las leyendas y los mitos fue tan importante que el propio poeta Gustavo Adolfo Bécquer, habitual visitante de esta comarca, las utilizó como argumento en alguna de sus obras, como la historia de la famosa bruja Joaquina Bona Sánchez, "Casca".
Merece la pena ascender por las empinadas y retorcidas calles de Trasmoz para disfrutar de los tesoros que se esconden en cada rincón.
Desde el pueblo abandonamos el PR-Z 2 y tomamos una pista que abandona el pueblo dirección suroeste.
Tras unos 3,4 km desde Trasmoz, la ruta enlaza de nuevo con el PR-Z 2 hasta la localidad de Litago. Esta población, donde culmina la ruta, ha sido nombrada por Bécquer en varios de sus escritos, principalmente en ‘Cartas desde mi celda’.
Desde Litago regresaremos al Monasterio de Veruela por el mismo camino.